¿Hay algo más gris que este presente de Racing? Sí, el futuro. Y a este paso, podría transformarse tranquilamente en negro. Suena duro, suena cruel, pero nada más sincero que la realidad. Los resultados mandan e indican que la situación con el promedio es grave, sin mucho margen o mejor dicho, casi sin margen para seguir perdiendo puntos en esta lucha que será de 3, junto a Gimnasia y Central.

Haciendo un repaso de los acontecimientos, no podemos dejar de mencionar que al inicio de la temporada, Racing fue el equipo que mejor se reforzó, con jugadores de categoría (Bieler, Hauche, Licht y Ayala) que se lo disputaron varios clubes y que finalmente eligieron el destino conocido. Algún optimista con ilusión desmedida, creyó en un Racing campeón después del 3-0 en la primera fecha frente a Rosario Central, pasando por alto que el equipo (en aquel entonces dirigido por Vivas) no estaba para dicha disputa, y sí tal vez para realizar una campaña sin tener que estar tan pendiente del promedio. Pero hubo un quiebre, se produjo el famoso cambio de técnico en la 4ta fecha (una verdadera locura), para ver si se podía torcer el rumbo y saber, si la llegada de Miguel Ángel Russo con su sistema 4-4-2 a cuestas, modificaría el proyecto que había elegido la dirigencia de Racing un par de meses atrás.

Pero nada cambió, este equipo defiende casi tan mal como el de Vivas, pero ataca mucho menos que aquel. No genera situaciones de gol, no patea al arco, no hay jugadas elaboradas, y lo peor, parece un equipo sin alma con jugadores que se ven vencidos antes de entrar a la cancha. En el fútbol existen tres resultados posibles: ganar, perder o empatar. Un jugador puede jugar bien o jugar mal, pero da la sensación que hay jugadores de este Racing que no tienen más ganas, que tiraron la toalla, que todo les da igual y que no pueden soportar la frustración de un equipo que está a la deriva. Por eso surge la interrogante: ¿Hay algo peor que este presente de Racing? Sí, que los propios protagonistas no puedan, ni quieran cambiar el futuro.